Este sábado 16 de mayo, participamos en la primera caminata simultánea de Transpirenaica Social y Solidaria junto con Jesuítas, Sagrado Corazón, Montañeros Iturrama y IES Alaiz BHI.
Compartimos la crónica del día elaborada por Patxi San Juan.
A las 10:00, tal y como estaba previsto, nos estábamos presentando en el aparcamiento de la escuela de Berriozar. Gran círculo, distancia y mascarillas. Somos un grupo de 32 personas en total: jóvenes, educadores, voluntariado y también transpirenaicos de largos recorridos de las travesías de los años 2018 y 2019. Ya estábamos terminando cuando ha comenzado a llover y hemos tenido que refugiarnos bajo los porches de unas viviendas. Pensábamos que iba a ser un chaparrón, pero ha seguido lloviendo durante toda la jornada así que “al mal tiempo buena cara”. Desde el primer minuto hemos caminado bajo una lluvia persistente mientras teníamos noticias del buen tiempo de Barcelona, el no tan bueno de Aragón y la lluvia de Bizkaia, tanta que han tenido que cambiar el recorrido. Caminábamos juntos y entre todos había una distancia de 700 kilómetros. Juntos con un mismo objetivo: “Comunidad en marcha”. Interesantes las presentaciones en Pamplona. Cada persona se presentaba como ciudadano o ciudadana de uno de los barrios o pueblos de la Comarca, mencionaba su lugar de origen y aquello que más le gustaba. El colorido de la ropa era imagen de nuestra diversidad, de esta nueva sociedad que estamos creando entre todos y todas.
La tierra tufa del monte Ezkaba nos ha complicado la marcha regalándonos barro jugoso que ha propiciado resbalones, culetadas y carcajadas, a la vez que ha puesto a prueba la capacidad de apoyo y ayuda de la buena gente participante. No ha faltado una mano amiga, una palabra de ánimo en cada resbalón. Unidos más que nunca y, al final, contentos de la experiencia vivida. El tiempo ha ido empeorando conforme nos acercábamos a la cima. Un rato para el silencio y mil sonidos de una naturaleza que en este momento se aliaba con nosotros. Una vez los dos grupos arriba, nos hemos refugiado en la entrada del viejo Fuerte de San Cristóbal, de tan dolorosos recuerdos de rechazo, exclusión y maltrato a las personas diferentes. La lluvia no daba tregua. Hemos compartido el poema “Celebra la Vida”, de Axel Fernando. Cuando las circunstancias son desfavorables es cuando se ve surgir lo mejor de la gente transpirenaica. El camino ha ido empeorando a la bajada. Barro y más barro ha hecho que el descenso fuera lento. Como en todas las marchas, hemos ido recogiendo basura por el camino. Dos eran las personas responsables de la tarea, pero todo el mundo ha participado. Hoy Ezkaba estaba limpio. Sólo los restos de un botellón en la puerta del Fuerte. Muchos momentos de conversaciones entrañables compartidas por participantes. Siempre es un placer caminar compartiendo vivencias. Un gran placer compartir con gente voluntaria sus ilusiones y su buen hacer.
Han sido muchos los momentos en los que hemos tenido presentes a los amigos y amigas que en cualquiera de las otras tres marchas estaban caminando con nosotros.
Gracias a todas y todos los que hemos compartido este día. Guardamos muchos detalles de los que perduran.
