¿Alguna vez has pensado como cambia nuestra vida cuando sentimos que hay gente a nuestro alrededor que nos acompaña?
Este fin de semana, el SEI ha podido caminar en compañía como parte de la Transpirenaica social y Solidaria durante dos etapas (de Hondarribia hasta Elizondo), acompañadas de personas de hasta 13 culturas diferentes pero con un mismo mensaje: luchar por la inclusión y la solidaridad entre todos los seres humanos.
Una vez en Hondarribia, vimos la llegada de los compañeros y compañeras en la trainera, aprendieron la importancia de remar todos en la misma dirección para conseguir los objetivos de un mundo más justo y diverso. Más tarde, nos acogieron en la sala de plenos del ayuntamiento. Allí pudimos empezar a conocernos y escuchar la experiencia de dos compañeros refugiados de cómo habían salido de sus países de origen. Estas historias llenas de resiliencia nos dieron gran fuerza para afrontar los siguientes días caminando y permitió que nos abriéramos a compartir nuestras experiencias de vida. Al final del día pudimos disfrutar de una experiencia típica gastronómica en una sociedad, donde nos acogieron como en casa. La chavalería disfrutó mucho, no solo por la comida si no porque también pudieron conversar con diversas personas, de todas las edades, y con historias muy distintas. Durante esta cena se cultivaron futuras semillas que fueron floreciendo a lo largo del fin de semana.
Al día siguiente, el sábado, amanecimos llenos de luz y energía. En el faro de Higuer empezamos a sentirnos como un grupo unido y cargados de ilusión. Nos bañamos en el mar Cantábrico sabiendo que una parte del equipo tardará un mes entero en recorrer todos los Pirineos antes de volver a disfrutar la sensación de bañarse en el mar Mediterráneo. Durante este mes cargaran la mochila de personas, experiencias y momentos que les acompañaran para el resto de sus vidas.
Tras el baño, desayunamos en la casa de mujeres de Hondarribia, donde nuestra compañera Gabriela nos regaló unos versos de la canción sobre los inmigrantes que guiará a los transpirenaicos como lema.
“Solo Somos inmigrantes
Y somos todoterreno
Canten un poco conmigo
Vamos siempre sin el freno”
Siguiendo el río por la vía verde del Bidasoa, nos comprometimos y trabajamos por los Objetivos de Desarrollo sostenible 2030 (ODS), limpiando los residuos que nos encontrábamos por el camino, donde la chavalería se implicó para recoger la basura que encontraban a su paso. Al llegar a Bera, nos deleitaron con acordeones y trikitixas y, a pesar de lo cansados que estábamos, dejamos las mochilas para ponernos a bailar.
La despedida final fue realmente emotiva ya que nos marchamos a mitad de etapa. Los chicos y chicas del SEI expresaban que habían vivido una gran experiencia, se mostraban muy agradecidos e incluso querían seguir caminando con el grupo a lo largo del pirineo. Alguno se animó a compartir que, después de un año de su proceso de duelo, se habían sentido realmente acompañados de toda esta gente maravillosa. Se les notaba la emoción en sus ojos por la hermosa acogida, muy distinta a algunos momentos de sus viajes de vidas.
Al final, la aventura de la vida tiene muchas curvas y montañas como la Transpirenaica, pero lo que nos llevamos después de esta experiencia, es que lo verdaderamente importante es caminar acompañado por nuestra comunidad de personas cercanas. No importa donde hayas nacido: cada una de nosotras nos merecemos la oportunidad de ser acompañadas y acogidas allá donde vayamos.
Seguro que tú también puedes formar parte. ¿Caminamos juntos?
Crónica de Iñigo Marcó, voluntario de la Asociación SEI
