Este sábado 10 de mayo celebramos el DÍA DEL SEI.
Una jornada muy especial en la que alrededor de 130 personas – entre chavalada, premonitorado, grupo joven, familias, voluntariado y equipo técnico – nos reunimos para compartir, disfrutar y celebrar todo lo que nos une.
Quedamos a las 9:30 en SEI, y comenzamos el día dando un paseo por la ciudad hasta llegar a las piscinas de Aranzadi. Una vez allí, se encendieron los fogones para preparar una comida rica. La comisión cocina, viendo la climatología, decidió adelantar la comida, y fue todo un acierto.
Mientras, en el frontón y en el polideportivo se celebraban juegos simultáneos. Por un lado las familias y voluntariado se conocieron y compartieron juegos y conversaciones, y la gente más menuda disfrutó de juegos diversos. No faltaron sorpresas, como Rubén con su circo, las aventuras en el entorno de los fuegos o una compañía muy especial que grabó y documentó el día.
Después del bocata, se pudo conocer el postre ganador del concurso de postres. La junta del SEI no lo tuvo nada fácil. ¡¡Madre mía que rico todo!!
Y para finalizar el día, jugamos a la Sokatira, familias y voluntariado contra chavalería. sabéis quién gano, ¿no?
La lluvia no dio tregua, pero las sonrisas tampoco. …ante las adversidades, nosotras nos crecemos, somos fuertes, con los brazos bien abiertos, con ganas, con un nosotras. Ni los truenos ni el barro nos frenaron.
Gracias a todas las personas que lo hicieron posible. Gracias por ser y estar.
Os dejamos esta parte de la despedida que hizo Samuel, premonitor para cerrar el día.
La verdad… ¡Qué día más increíble hemos vivido hoy! Ha sido un no parar de momentos bonitos, de encuentros, de juegos, de calderetes, de risas, de miradas cómplices, de “¡cuánto tiempo!” y también de “¡encantado de conocerte!”.
Quiero decir algo muy sencillo, pero muy sincero: gracias. Gracias por venir, por participar, por ponerle ganas, por ayudar a preparar todo, por sumarte a las comisiones, por recoger, por jugar, por acompañar… Gracias por ser parte del SEI.
Este día no va solo de pasarlo bien —que también—. Va de hacer comunidad, de celebrar lo que somos: diferentes, únicas, al mismo tiempo compartimos muchas cosas en común y somos muy capaces de construir cosas importantes juntas.
Hoy hemos demostrado que, cuando nos unimos, podemos montar cosas enormes y preciosas. Y eso es algo que me emociona un montón.
Pues eso…











